Recuerdo su cara de preocupación, se acerca y me tapa con las frazadas, me dice que duerma un rato pero que debo ser fuerte. No llega a pasar ni cinco minutos y me quedo dormida. Debo decir que no dormí también, mi cabeza estaba levantada por 3 almohadas para que no me pasara nada con el asunto que me podría sangrar los puntos, las náuseas que aún seguían, etc.
Al cabo del medio día, me desperté, me sentía bastante mejor al menos me podía parar, pero ese día ni vi ni el sol, solo podía saber la hora por el celular y nada más. Pero venia la hora de mi almuerzo y mi madre me realizo un consomé de pollo, debo decir que fue delicioso, mi estómago se lo agradeció, pero mi lengua no del todo, apenas podía tragar pero lo hice pensé que no me moriría de hambre por el dolor; mientras el resto de la familia se encontraba en el comedor almorzando cazuela con ensalada de tomate, yo en cambio me senté en el sillón del living a comer, no sé si fue lo correcto pero tenía que hacerlo, me sentía bien estado ahí.
En la noche ya que encontraba en la habitación nuevamente de mis padres pero esta vez con mi madre, con ella pase otra vez la tarde y noche, si bien en la noche no me sentí muy bien, mi cabeza iba a explotar del dolor y mi estómago tenía como fiebre, así que a los pañitos mojados estuve. Por otra parte mi madre, no volvió a dormir, la culpa otra vez me mata.
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